Una enorme cantidad de ciudadanos de Nueva Jersey, junto con sus familias, vive con el miedo de que una simple interacción, como acudir a las fuerzas del orden público, registrarse en la atención médica o llevar a los hijos a la escuela, pueda resultar en la separación de la familia y la deportación.
Debemos trabajar para lograr un estado justo y acogible para todas las personas, sin importar su situación migratoria. Ya es hora de que Nueva Jersey deje de participar en el Sistema Federal de Detención y Deportación, como lo hicieron otros estados, como Connecticut y California. Nueva Jersey debe aprobar la Ley de Confianza para Inmigrantes (S3672/A4987).